De vuelta a Bélgica III

En los dos últimos días del viaje decidimos ver una parte de Bélgica hasta ahora desconocida para nosotros: Valonia. Y a falta de grandes ciudades y sitios turísticos apostamos por una combinación que nunca suele fallar: Naturaleza y cerveza.
Nos alojamos en Herbeumont, un pequeño pueblo pintoresco con olor a leña quemada en mitad de las Ardenas. Con muy poca cerveza pero cercano a la abadía de Orval, lo cual es un plus. La visita a la abadía estuvo bastante bien pese a que solo se pueden visitar las ruinas, la fuente de Mathilde (de donde extraen el agua para hacer la cerveza) y un pequeño museo. Es un sitio verdaderamente bonito y que además huele a cerveza y a naturaleza. El resto del día lo pasamos jugando a las cartas y bebiendo Orval y Rochefort 8 por los bares de la zona.

Al día siguiente cogimos el coche para ir por la mañana al Auberge de Poteaupre, el bar de Chimay,vamos. Allí ademas de las tres cervezas de Chimay (la triple en barril) y de una exquisita variedad de quesos de la abadía, tienen Chimay Speciale. Una cerveza rubia de 4,5%ABV riquísima. La excusa perfecta para beber Chimay todos los días. Luego pasamos por la abadía, que si bien no tiene mucho que ver, es el lugar perfecto para dar un paseo después de un par de Chimays.
El resto del viaje lo pasamos en Walcourt, con una visita rápida a la Brasserie de Silenrieux para probar sus cervezas de escanda y trigo sarraceno, Binche y su mercado y algunos bares de la zona.