La Ronda #13 - Nuestro bar Preferido.

Quien más o quien menos suele tener uno o varios bares preferidos que normalmente van variando con el trascurso de los años. En esta Ronda, el amigo Catador del Blog "Buena Cerveza" nos pregunta cuál es el nuestro.

Muchos bares y sobre todo cervecerías me gustan y frecuento con mayor o menor asiduidad, y para que en un lugar me encuentre cómodo tienen que reunirse ciertas circunstancias. No quiere decir eso que los que no reúnan todos los requisitos no me gusten o no quiera ir, pero si que el que las cumple todas, pasa a mi lista de lugares vip.

Decoración, atención, carta de cervezas (y estado de las mismas) y música son los cuatro ejes que determinan la importancia de un local, al menos en mi opinión. No me importa desplazarme 30 km a tomarme una caña si un local cumple con mis gustos, y de hecho, mi favorito desde que lo conocí hace unos años, está en Langreo, a 25 km de Oviedo, donde resido.

L´Espumeru se llama la cervecería y está en la calle Julián Duro, de La Felguera.
Su nombre hace referencia a un ser mitológico asturiano, que habita entre la espuma de las olas.
Vale también el juego de palabras para hablar de la espuma de la cerveza.

Instalado en una casa de planta y piso muy antigua, su decoración interior se basa en una combinación perfecta entre piedra y madera, que personalmente me encanta. Luz tenue que contribuye a dar calidez al ambiente y techos bajos.




La atención por parte del personal, en todas las ocasiones en las que estuve, que no han sido pocas, ha sido siempre correcta. Asesorando sobre cervezas y siempre con un minuto para charlar con cada cliente.

En cuanto a cervezas, cinco grifos de importación y una carta de unas 25 bastante representativa de todos los estilos y países, hacen que esa parte quede perfectamente cubierta. Además los precios son sorprendentemente económicos. Hasta aquí cumple perfectamente con la máxima de las tres "B" (bueno, bonito y barato).

Por último, en el apartado musical, coinciden plenamente con mis gustos y podrás oir una buena selección de rock internacional de todos los tiempos (Dire Straits, Rem, Van Morrison...) y a un volumen adecuado. Ni muy bajo que no se escuche la música, ni muy alto que no te deje escuchar al vecino.

Siempre que me voy de esa cervecería me quedan ganas de gritar..."QUE RICO, MAÑANA VUELVO".

Lúpulo